La FAES y el Trip-Hop
Qué grande es este tiempo nuestro tan posmoderno y no por ello anglicano. Veo por la tele esa maravilla de video-denuncia-apología o yo qué sé que ha confeccionado el Julianlaguense Miguel Ángel Rodríguez para la FAES y el resto de los españoles de pura cepa, amantes de la hispanidad y del buen comer. Qué bonito ese fondo musical de Massive Attack que se gasta esta maravilla agit-prop del próximo milenio.
En el fondo tal elección musical debe de responder a un adelantamiento sin parangón al revival Trip-Hop. Va a resultar que este prohombre acabará siendo un gurú de cazar tendencias al vuelo.
El problema que veo que no ha conseguido matizar del todo es de el cuidar las formas. La gracia de la propaganda es que no se vea el cartón piedra. Aquí se le ve hasta el refajo a su señora.
Pero en fin, ellos sabrán. Cierto es que no creo que le haga gran favor al amigo Mariano. A mi más que humildísimo entender, el Poder demuestra que perderlo le convierte a uno en gilipollas -perdón por el exabrupto-. Y por qué le convierte a uno en gilipollas, porque recuperarlo es tarea casi imposible. Una vez caes te espera una travesía por el desierto más complicada que la de Moisés y sus amigos. Pero esa tarea se hace más triste y pesada si uno no se da cuenta de que no hay que desgastar al que tiene en ese momento la sartén y el resto de la cubertería. Simplemente hay que esperar, pacientemente a que se desgaste por sí mismo y, entonces, actuar. El ejemplo más claro fueron las pasadas elecciones. Hubo quien supo jugar sus cartas y hay quienes están comiendo tierra y lo que les queda, máxime con estas perlas audiovisuales tan cut and paste.
Y yo mientras aquí, sin trabajo pero, al menos, con perro que me ladre. Y me ladra. Muchísimo.
Por cierto, qué bonito es ver en el periódico la foto de la presentación y ver ahí sentado al otrora marxista leninista materialista dialéctico y autor de memorables obras como “Léxico del leninismo” que es Gabriel Albiac.
¡Viva la República!
En el fondo tal elección musical debe de responder a un adelantamiento sin parangón al revival Trip-Hop. Va a resultar que este prohombre acabará siendo un gurú de cazar tendencias al vuelo.
El problema que veo que no ha conseguido matizar del todo es de el cuidar las formas. La gracia de la propaganda es que no se vea el cartón piedra. Aquí se le ve hasta el refajo a su señora.
Pero en fin, ellos sabrán. Cierto es que no creo que le haga gran favor al amigo Mariano. A mi más que humildísimo entender, el Poder demuestra que perderlo le convierte a uno en gilipollas -perdón por el exabrupto-. Y por qué le convierte a uno en gilipollas, porque recuperarlo es tarea casi imposible. Una vez caes te espera una travesía por el desierto más complicada que la de Moisés y sus amigos. Pero esa tarea se hace más triste y pesada si uno no se da cuenta de que no hay que desgastar al que tiene en ese momento la sartén y el resto de la cubertería. Simplemente hay que esperar, pacientemente a que se desgaste por sí mismo y, entonces, actuar. El ejemplo más claro fueron las pasadas elecciones. Hubo quien supo jugar sus cartas y hay quienes están comiendo tierra y lo que les queda, máxime con estas perlas audiovisuales tan cut and paste.
Y yo mientras aquí, sin trabajo pero, al menos, con perro que me ladre. Y me ladra. Muchísimo.
Por cierto, qué bonito es ver en el periódico la foto de la presentación y ver ahí sentado al otrora marxista leninista materialista dialéctico y autor de memorables obras como “Léxico del leninismo” que es Gabriel Albiac.
¡Viva la República!