jueves, marzo 31, 2005

La FAES y el Trip-Hop

Qué grande es este tiempo nuestro tan posmoderno y no por ello anglicano. Veo por la tele esa maravilla de video-denuncia-apología o yo qué sé que ha confeccionado el Julianlaguense Miguel Ángel Rodríguez para la FAES y el resto de los españoles de pura cepa, amantes de la hispanidad y del buen comer. Qué bonito ese fondo musical de Massive Attack que se gasta esta maravilla agit-prop del próximo milenio.
En el fondo tal elección musical debe de responder a un adelantamiento sin parangón al revival Trip-Hop. Va a resultar que este prohombre acabará siendo un gurú de cazar tendencias al vuelo.
El problema que veo que no ha conseguido matizar del todo es de el cuidar las formas. La gracia de la propaganda es que no se vea el cartón piedra. Aquí se le ve hasta el refajo a su señora.
Pero en fin, ellos sabrán. Cierto es que no creo que le haga gran favor al amigo Mariano. A mi más que humildísimo entender, el Poder demuestra que perderlo le convierte a uno en gilipollas -perdón por el exabrupto-. Y por qué le convierte a uno en gilipollas, porque recuperarlo es tarea casi imposible. Una vez caes te espera una travesía por el desierto más complicada que la de Moisés y sus amigos. Pero esa tarea se hace más triste y pesada si uno no se da cuenta de que no hay que desgastar al que tiene en ese momento la sartén y el resto de la cubertería. Simplemente hay que esperar, pacientemente a que se desgaste por sí mismo y, entonces, actuar. El ejemplo más claro fueron las pasadas elecciones. Hubo quien supo jugar sus cartas y hay quienes están comiendo tierra y lo que les queda, máxime con estas perlas audiovisuales tan cut and paste.
Y yo mientras aquí, sin trabajo pero, al menos, con perro que me ladre. Y me ladra. Muchísimo.
Por cierto, qué bonito es ver en el periódico la foto de la presentación y ver ahí sentado al otrora marxista leninista materialista dialéctico y autor de memorables obras como “Léxico del leninismo” que es Gabriel Albiac.
¡Viva la República!

miércoles, marzo 30, 2005

De temas filológico-filosófico-hermenéutico-lúbricos

Aguópolis. En verdad os digo que de esta forma resulta más onomatopéyico y, por tanto, su significado casi trasciende la barra estructural que constituye al signo. Qué bonita es la lingüística, qué clarificadora y qué asombroso prodigio del desarrollo cognitivo del ser humano. Mas ella sola no cabalga por los verdes campos de la Otredad. Si no fuera por su hermana la filología nada sabríamos de nosotrso mismos. Porque somos ante todo lo que nuestra capacidad comunicativa nos permite ser. El problema es cuando no sabemos de dónde vienen, cuál es el origen de esas palabras que llevan estando ahí desde antes que nosotros. Recuerdo cuando, en un seminario sobre los Presocráticos, a propósito de Tales de Mileto, me di cuenta de que la divinidad no tiene peras. -Dios mío- me dije, qué es esto de que la divinidad no tiene peras. Conseguí centrarme ligeramente después de tan turbadora revelación y acerté a posar los brazos sobre el pupitre, no fuera a ser que me tambaleara y acabase cayendo al suelo tras un derrame cerebral inopinado fruto de una insana imaginación. Y es que es difícil superar la odiosa tendencia de darle forma humana a todo concepto creado con anterioridad a Cristo y recreado por nosotros los educados en esa tradición cristiana. Conseguí que el bolígrafo no se me cayera al suelo e interrumpiera el magistral discurso de mi adorada Teresa Oñate, pero en ese preciso momento caí en la cuenta de que se trataba del peras griego, no del pirum latino. -Qué mierda- volví a decirme. Yo, todo ilusionado con que en la antigüedad helénica pululaba por ahí arriba una señora trascendente y divina ella con algo tan moderno como una doble mastectomía y resulta que no es eso, que se refería a otra cosa. La divinidad, o Lo Divino, no tiene peras, es decir, límite -peras en griego quiere decir límite- porque no ha sido engendrado, limitado, por tanto. Pero limitado en el sentido de un límite que constituye. Por ello, por no haber sido engendrada la divinidad, ya que nada la ha constituido pues transciende lo fenoménico, no tiene límites, es lo ápeiron, lo ilimitado. En fin, que, dado que eso no tiene nada que ver ni con frutas ni con tetas, pues éstas vienen del latín y, dado que la divinidad en el discurso filosófico Presocrático nada tiene que ver con un Dios antropomórfico, pues se me fue la fantasía a hacer puñetas.

martes, marzo 29, 2005

Afectuosa respuesta a mi amigo Lazlo

Amigo Lazlo que un comment a mi post mandaste, en efecto conozco aquella performance interactiva de Leo Bassi, pero no fue eso lo que me inspiró para el parque acuático, fue más bien ver la franca decadencia de lugares otrora joviales como aquapark o aguópolis. Se merecen una segunda oportunidad y dónde mejor que en un terreno tan pantanoso como aquel...
Por cierto, me consta que el amigo Fede, a parte de haber escrito en su juventud un artículo titulado “Deleuze y Guattari después del Anti-Edipo” o de haber prologado el libro “Discurso/Figura” del amigo Lyotard cuando éste todavía andaba por la redacción de Socialismo o Barbarie, hoy día duerme rodeado de tacones de aguja... por lo menos, aunque... no me consta pero... me parece bello pensar en que sea así. Qué voy a hacerle, soy un romántico y un sentimental.

P.S. Qué agradable es que a uno le visiten. Has sido el primero en leerme. Nunca lo olvidaré, snif.

Popuestas y verdes valles

Leo en la prensa que se aceptan propuestas para una reconversión del Valle de Los Caídos. Sería como un acto de justicia poética que la Ministra de Cultura se soltara la melena de hija del rock and roll que ella es y se lanzara a la aventura de acometer una total transfiguración de aquel privilegiado entorno para construir el primer parque acuático público. Sería bello a la par que conciliador. Todos, unos y otros, podríamos ir de la mano para remojarnos en los calurosos días de verano. Con un poco de gracia y echando mano de cualquiera de los muchos diseñadores de interiores de renombre mundial con que contamos se podría acondicionar la Basílica –o lo que sea eso donde reposan el Caudillo y el Ideólogo- de tal manera que podría ser el mayor vestuario que la humanidad jamás haya conocido, donde poder ponerse el bañador mientras se admira, tras unos suelos de metacrilato o de formica, la raspa de quienes allí reposan. De esta forma podría verse aumentado cualitativamente el imaginario lúbrico de los españoles más o menos nostálgicos, de tal manera que en los solemnes días de recuerdo del sufrimiento y la crucifixión que es la Semana Santa, en los pocos momentos de tedio que sus liturgias puedan permitir, uno podría asomarse a los abismos que sólo el sueño nos permite admirar en su plenitud y, así, fantasear con aquellas imágenes que pudieran recordar a cualquier osario pintado por Valdés Leal y deleitarse en la recreación de cualquier escena del Marqués de Sade con prohombres como protagonistas, salvando patrias a la vez que nos dan ligeros azotes.... Qué bellos son los sueños húmedos.
Y qué decir de esa impresionante y turgente cruz. Podría ser usada como soporte para un gran tobogán que, por lo menos, sería el más grande de Europa, me atrevo a aventurar.
De paso se podría aprovechar para ubicar un puesto de tiro al blanco desde el cual, con artillería pesada, tratar de darle un morterazo al Arco del Triunfo y , así, acabar con los atascos de tráfico de entrada y salida a Madrid por la A-6.

El mundo puede ser más bonito. Todo es ponerse. Y con un tinto de verano en la mano...

Me pregunto en qué estará pensando en este preciso momento Jiménez Losantos....

Queda inaugurado este pantano

Así, de esta guisa, cual caudillo descabalgado camino del depósito, cubierto por la sábana del geriátrico más berlanguiano, con esa retórica tan, precisamente, torticera como la que se gastaba y se sigue gastando aun todo, lenguaje, instituciones y consumidores, queda inaugurado este Blog. La emoción me embarga y me agarrota los dedos casi impidiéndome escribir. Pero cual héroe homérico acepto mi destino como narrador voluntario para deleite de cualquier taciturno que caiga en este no-lugar que es esto de aquí donde contaré cosas.