... pero la vida ha de seguir... digo yo...
Sí, aunque lleno de melancolía, pero sin llegar a la amargura, que lo contrario de vivir no es morir sino no vivir, y eso es un tanto ridículo. Así que una cosa u otra -vivir o morir, se entiende- y de momento quedan muchas cosas por hacer.
Una vez ya reposado el estruendo de la vida cotidiana arrasada creo que voy comprendiendo y asimilando los porqués de todo esto. Quizás me precipité en mi escueto análisis anterior. Creo que tiene sus motivos y que, de hecho, ha tenido un valor extraordinario tomando esta decisión. Lo que me apena profundamente es que las causas que lo motivaron nada tienen que ver con nosotros y con nuestra vida, son mucho más intemporales, profundas y arraigadas, algo que hace que implique un esfuerzo por su parte tan fundamental y perentorio que he de quedarme por el camino. En ese sentido no me importa que haya sido así y acepto mi destino como "sacrificio" necesario para ella poder hacerse de una vez por todas con las riendas de su vida.
Y así me hallo, de nuevo en casa de mis padres, sin trabajo y sin dinero, sentado frente al ordenador -que no es mío- y dándole a las teclas, con la tele de fondo y la luz del flexo reflejada en la ventana no viendo lo que hay al otro lado; mi madre hablando por teléfono, en el salón, con mi hermana, que vive en San Sebastián y que me acogió el fin de semana para animarme. Y así serán las cosas hasta que cambien o hasta que vaya reincorporándome a la vida civil. Me decía Lalo que esto de la soltería está de puta madre y que te permite vivir una segunda juventud. Yo veo que se lo pasa bien, así que habrá que hacer lo mismo. La lástima es que ya me estaba acostumbrando a un cierto ascetismo soso y hasta me atraía la idea de adentrarme en los albores de la tercera edad. En fin, supongo que poco a poco y con algo de suete hasta me sale más pelo y dejan de salirme canas.
Una vez ya reposado el estruendo de la vida cotidiana arrasada creo que voy comprendiendo y asimilando los porqués de todo esto. Quizás me precipité en mi escueto análisis anterior. Creo que tiene sus motivos y que, de hecho, ha tenido un valor extraordinario tomando esta decisión. Lo que me apena profundamente es que las causas que lo motivaron nada tienen que ver con nosotros y con nuestra vida, son mucho más intemporales, profundas y arraigadas, algo que hace que implique un esfuerzo por su parte tan fundamental y perentorio que he de quedarme por el camino. En ese sentido no me importa que haya sido así y acepto mi destino como "sacrificio" necesario para ella poder hacerse de una vez por todas con las riendas de su vida.
Y así me hallo, de nuevo en casa de mis padres, sin trabajo y sin dinero, sentado frente al ordenador -que no es mío- y dándole a las teclas, con la tele de fondo y la luz del flexo reflejada en la ventana no viendo lo que hay al otro lado; mi madre hablando por teléfono, en el salón, con mi hermana, que vive en San Sebastián y que me acogió el fin de semana para animarme. Y así serán las cosas hasta que cambien o hasta que vaya reincorporándome a la vida civil. Me decía Lalo que esto de la soltería está de puta madre y que te permite vivir una segunda juventud. Yo veo que se lo pasa bien, así que habrá que hacer lo mismo. La lástima es que ya me estaba acostumbrando a un cierto ascetismo soso y hasta me atraía la idea de adentrarme en los albores de la tercera edad. En fin, supongo que poco a poco y con algo de suete hasta me sale más pelo y dejan de salirme canas.
5 Comments:
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
De Lalo no tomes ejemplo!.
Publicar un comentario
<< Home